En 1916 comenzó la construcción en Maliaño de la factoría de la empresa catalana S.A. Cros, que se inauguraría dos años más tarde. En un primer momento se dedicó a la fabricación de sulfuro, superfosfato de cal y ácido nítrico, si bien paulatinamente fue ampliando la gama de productos, como concentrado de ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, sulfato de aluminio, fluosilicato de sodio, sulfuro de carbono, óleum y plastificantes para resinas.
Las sucesivas ampliaciones, necesarias para atender a las nuevas líneas de producción, convirtieron a Cros en la mayor empresa industrial de Camargo a finales de los años cuarenta, dando empleo a unos 400 trabajadores.
Desde los primeros años la empresa se ocupó de dotar de alojamiento de calidad a su personal más cualificado, si bien no prestó una atención semejante para su personal obrero, que se alojaría libremente en el núcleo Muriedas-Maliaño.
En 1955 varios obreros decidieron constituir una cooperativa para la construcción de viviendas en unos terrenos cedidos por la empresa aprovechando el reciente decreto sobre protección de viviendas de renta limitada, bajo la denominación de Cooperativa de Viviendas Protegidas para Empleados y Obreros de la Sociedad Anónima Cros Fábrica de Maliaño (Santander). En ese momento se preveía la construcción en distintas fases de 140 viviendas, en la primera de ellas, la única que se llevaría a cabo, preveía la construcción de cuarenta en cuatro bloques.
Ante la imposibilidad de hacer frente al desembolso económico requerido por la legislación como aportación inicial para continuar la tramitación del expediente, los obreros se dirigieron a la dirección de la empresa para que asumiera la promoción del grupo de viviendas, que aceptó la propuesta. En esas fechas la empresa había impulsado la constitución de una sociedad inmobiliaria denominada INUSA (Inmobiliaria Unión Industrial S.A.), que se hizo cargo del proyecto de Muriedas.
Por razones que desconocemos, la tramitación del expediente fue excesivamente lenta, de manera que hasta 1963 no se firmó el acta de recepción provisional de las obras. En 1970 los antiguos cooperativistas adquirieron la propiedad de las viviendas a INUSA. |