Se trata de un castillete de estructura metálica de perfilería de acero, situado sobre el pozo San José de la mina de Novales, alcanzando una altura de 10 metros.
El pozo inicia su funcionamiento en la década de 1930 a 1940, funcionando ininterrumpidamente hasta el cierre la mina. Se construyó para la elevación en vertical de las vagonetas cargadas, desde la cota de calle, donde se encuentran las edificaciones e instalaciones mineras, hasta una cota 19 metros más alta, que era donde se encontraba la línea del ferrocarril que transportaba toda la producción hasta la fábrica.
Además, esta mina cuenta con más elementos de patrimonio industrial a falta de catalogar. Sus labores de interior comunican con las de las minas de Udías en La Gándara y con la cueva del Rescaño en Rodezas.
La Mina de San José de Novales inició su explotación beneficiando los afloramientos de calaminas. Como todos los yacimientos de la región, en proximidad a la superficie, se encuentran las menas oxidadas, las calaminas. En profundidad se encuentra la mena más ricas en zinc, la blenda, que en esta mina, está a falta de explotarse .
Pertenece a Hispanibal desde el 1981 hasta la actualidad.
La mina se cerró en los años noventa por problemas relativos al medio ambiente.
El ayuntamiento de Alfoz de Lloredo solicitó a la empresa que creara un centro de interpretación minera.
A día de hoy, la compañía propietaria, Hispanibal, junto a su socia australiana, Variscan Mines, están investigando el yacimiento y estudian la posibilidad de realizar la reapertura de la misma, para extraer la reserva de blenda que se haya a más profundidad.
Este yacimiento está situado en el Sinclinal de Santillana del Mar y encajado en dolomías de edad Gargasiense (Cretácico inferior).