Descripción del enclave: En Santoña se mantienen los edificios de algunas empresas históricas dedicadas a las conservas de pescado: ALBO y A. PONTECORBOLI
Reseña histórica: La anchoa es el bocarte en salazón.
El consumo de ancho en Italia hizo que, a finales del XIX, llegarán a Santoña algunos
inmigrantes italianos en busca del bocarte del Cantábrico.
La introducción de la anchoa en aceite de oliva, es decir tal como la conocemos hoy en día, se debe a uno de aquellos italianos: Giovanni Vella Scataguiota.
La conserva de anchoa industrializó los procesos productivos e impulso la flota pesquera al dotarla de mayor capacidad y poder alcanzar caladeros más lejanos.
El empleo fue estacionario, según las costeras, y mayoritariamente femenino.
La Guerra Civil supuso un duro revés para el sector pues no se disponía de aceite de oliva, de sal o de hojalata. Hasta los años 1960 no se recuperaría.
Con la entrada en el Mercado Común Europeo se produjo un tope de capturas lo que, unido a que las conserveras se habían especializado en una única especie, supuso una fuerte crisis en la década de 1970 que provoco el cierre de numerosas empresas.
Actualmente y una vez que se ha producido la adaptación a las nuevas condiciones económicas el sector sigue siendo un referente nacional.
Autor de la ficha: Víctor M. Moreno Saiz -12/12/2022