FONDO MINA DE REOCÍN

El Fondo Mina de Reocín es un legado documental reunido por las empresas que explotaron de forma sucesiva el yacimiento y que fueron propietarias del mismo durante ciento cincuenta años, concretamente la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM, 1856-1980) y Asturiana de Zinc (AZSA, 1981-2003). Se trata de un fondo privado e histórico, integrado por varias series documentales y de cartografía, así como de colecciones de bibliografía y hemerografía impresas. Es, también, un fondo cerrado, esto es, que no se tiene previsto el ingreso de nueva documentación, que abarca un periodo que va desde el año 1856 al 2003, siendo más abundante cuanto más reciente.

De carácter heterogéneo, el fondo reúne documentos relacionados con las distintas funciones desarrolladas por las empresas (control de derechos, gestión del laboreo, administración de recursos, información geominera, etcétera) y de distintos formatos (mapas y planos, dibujos, libros copiadores y de actas, informes, monografías, etcétera). Si bien Reocín no fue la sede social de las compañías propietarias, RCAM y AZSA, sí fue el más importante y significativo establecimiento minero de dichas empresas, por lo que en él se centralizaron las actividades de investigación, prospección e, incluso, explotación, de muchas otras zonas de España y de Europa. Por tanto, el fondo incluye información técnica muy precisa tanto de la explotación de Reocín como de otras minas de Cantabria (Novales, La Florida o Áliva, por ejemplo) y de otros yacimientos y explotaciones de casi toda España.

La mina de Reocín fue, durante siglo y medio, un punto de referencia internacional y nacional de la industria minera del zinc y el lugar de trabajo, además de espacio de vida, de miles de personas de Torrelavega y su zona de influencia. Es así que este legado documental recoge la memoria de la mina, en su sentido amplio, proporcionando una amplia perspectiva de investigación, que tiene su complemento natural en el archivo histórico que la empresa AZSA posee en Arnao (Castrillón, Principado de Asturias).

Para más información, se recomienda la consulta de la sección de la página web de la Biblioteca de la Universidad de Cantabria dedicada al Fondo Mina de Reocín, de la cual se han obtenido los datos aquí presentados. En https://web.unican.es/buc/biblioteca/colecciones/fondos-originales-y-colecciones-especiales/fondo-mina-reocin [12-VI-2021].

La RCAM, empresa de capital belga dedicada a la minería, la metalurgia y la transformación de metales no férricos, inició la explotación en 1856 de un enorme criadero de plomo y, fundamentalmente de zinc, situado en la localidad de Reocín, que, tres años antes, en 1853, fue denunciado por el industrial Jules Hauzeur. Allí, y hasta comienzos del siglo XX, los trabajos se realizaron a cielo abierto para pasar, a continuación, a la construcción de galerías subterráneas; décadas después, ya en 1976, se retomó de nuevo la actividad en superficie, aprovechando una corta todavía existente. A lo largo del tiempo, en el yacimiento se fueron modernizando los sistemas de laboreo, a la vez que se incorporaron mejoras técnicas de preparación y tratamiento de minerales, recordándose dos hitos fundamentales: la inauguración del lavadero de flotación diferencial de Torres, en 1927, y la del Pozo Santa Amelia, en 1936.

En 1981, el sector del zinc sufrió una crisis profunda que desembocó en la práctica absorción de la Real Compañía Asturiana de Minas por parte de Asturiana de Zinc, una empresa de capital español que se hizo cargo de todas las propiedades de la primera y de realizar importantes inversiones para reactivar y modernizar la explotación. En 2003, fue finalmente clausurada, por agotamiento de las reservas y por falta de rentabilidad de la extracción. Entonces, AZSA transfirió la propiedad de las instalaciones a las empresas públicas Medio Ambiente, Agua, Recursos y Energía de Cantabria (MARE) y Sociedad para el Desarrollo Regional de Cantabria (SODERCAN), entre cuyo patrimonio inmueble y mueble se encontraba el fondo documental.

Muy relacionada con la actividad de la mina de Reocín se encuentra la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Minera de Torrelavega, nacida en 1956 gracias a la influencia del yacimiento, por cuanto precisaba de personal técnico para su explotación. De hecho, en 1971, la escuela se trasladó su sede a Torres, a unos terrenos cedidos por la compañía minera, donde fueron formados numerosos profesionales que se desarrollaron laboralmente en la cercana mina de Reocín.

En recuerdo de estas buenas relaciones, en 2008, los propietarios del fondo, las empresas regionales MARE y SODERCAN, formalizaron la firma de un convenio de cesión del mismo a la Universidad de Cantabria, con el objeto de que fuera custodiado en la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Minera, actual Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía, sita en Torrelavega. Desde entonces, el tratamiento del fondo, para asegurar su conservación y difusión, ha corrido a cargo de la biblioteca universitaria, responsable de su custodia y de las tareas de organización, descripción, preservación y acceso, siempre bajo la supervisión de la Comisión de Seguimiento del Convenio.