MOLINO DE MAREAS DE SANTA OLAJA

Un molino de marea es un ingenio hidráulico que aprovecha los movimientos mareales del agua en la costa para obtener la energía necesaria que produzca trabajo mecánico.

Su manera de operar consiste en almacenar el agua, durante la pleamar, en un embalse natural cerrado con presas. Cuando se produce la bajamar se abren las compuertas y el agua fluye desde el embalse pasando por los rodetes (turbinas) y provocando su rotación. Estas turbinas mueven las piedras de molienda del molino.

El molino actual es una reconstrucción que respeta su estructura original y reproduce la maquinaria, instrumentos y objetos empleados, permitiendo contemplar la molienda tal y como era originalmente.

El tipo de tajamares es triangular y las turbinas hidráulicas son metálicas y en posición horizontal, de un diámetro de 1,25m. El molino disponía de 9 máquinas aunque únicamente se han restaurado 4.

Este molino de mareas es uno de los pocos que han sobrevivido pues, la gran mayoría de los muchos que existieron, han desaparecido o están en estado ruinoso.

Los siete molinos de mar que se construyeron en estas marismas, junto a los cuatro que lo fueron en la ría de los Castellanos, constituyen la mayor concentración de estos ingenios harineros marinos de Europa.

El de Olaja era para moler maíz, por eso las piedras de molienda tienen un picado con relieves radiales curvos y más profundos que las empleadas en molinos de trigo o cebada.

Desde su construcción, a principios del XVIII, estuvo moliendo hasta el año 1953, en que cerró pues la industrialización no les hacía competitivos.

En 2002 se llevó a cabo su rehabilitación integral de manera magistral, tanto en la intervención arquitectónica como en la recuperación de la maquinaria, dirigida por el arquitecto Luis Azurmendi. Esto ha permitido que hoy se pueda visitar y contemplar en vivo como era su funcionamiento cuando estaba plenamente operativo.