Del conjunto industrial de José María Quijano permanecen en Los Corrales algunos edificios como el de Oficinas, las viviendas obreras, alguna nave, la chimenea de ladrillo y dos plantas hidroeléctricas. También se conservan algunas máquinas y muestrearios de productos.
Se comenzó fabricando puntas para posteriormente pasar a producir acero y todas las aplicaciones del alambre.
En 1940 se amplía la producción hacía elementos de la mecánica del automóvil.
Actualmente Trefilerias Quijano, del Grupo CELSA, se dedica a la fabricación de alambre de acero, cordones y derivados del alambre.
En 1873 José María Quijano viaja a París a visitar la Exposición Universal donde observa la maquinaría industrial de fabricación de puntas.
Decide comenzar la producción de puntas en Los Corrales que denominará comercialmente “Puntas de París”. Para ello adquiere cuatro máquinas a “Vda. De Dubois et Fils” y aprovecha la energía hidráulica obtenida de antiguos molinos harineros de la familia.
Surge Forjas de Buelna, que posteriormente dará paso a la fábrica de Trefilerías Quijano.
En 1877 la empresa contaba con veinte máquinas en funcionamiento que producían treinta toneladas mensuales. En pocos años y con la mejora de la maquinaria se llegó a una producción de unas ochenta toneladas al mes.
Posteriormente, para no tener que depender de técnicos extranjeros y debido al crecimiento experimentado, instala un taller propio de reparaciones para fabricar en hierro fundido los repuestos necesarios.
En 1878 Quijano pide al Ferrocarril que estableciera un pequeño almacén en la estación de Los Corrales de Buelna. Posteriormente, adquiere el edificio de la fábrica de harinas “San Ignacio”.
En 1879 comienza a funcionar un tren de laminado contando en ese momento con 276 obreros.
El conjunto industrial se fue constituyendo en tres núcleos fabriles: la fábrica de Arriba, la de En medio o La Aldea y la de Abajo a de Lomberas. Estas instalaciones
tenían como hilo conductor el canal que parte del Besaya y que antiguamente suministraba caudal a los molinos harineros. Las naves, instalaciones y edificios eran de gran calidad arquitectónica.
La energía eléctrica llega a la fábrica en el año 1880 suponiendo una auténtica revolución. La mejora en la producción hace que en 1896 se pase de 18 a 20 Tn diarias.
A finales del 1899 se inaugura la fábrica Nueva Montaña, con sede en Santander.
Fabrica hierro y acero en diferentes formatos. Dispone de dos altos hornos. José María Quijano se convirtió en el pionero de la siderurgia en Cantabria.
En 1948 las dos fábricas se fusionaron bajo el nombre de Nueva Montaña Quijano, S.A..
En 1957 se pone en marcha en Los Corrales una fundición mecanizada de acero para la fabricación de motores diesel. Ese mismo año se fabrica el primer motor semidiesel de 38 CV para su montaje en los tractores españoles LANZ.
Se comienzan a fabricar piezas de fundición para motores de Renault y otras marcas de automóviles.
En esa época (1968) Forjas de Buelna emplea a 3.872 obreros.
En 1987 ambas fábricas pasan a depender de la empresa catalana CELSA (Compañía Española de Laminación, S. A.), la de Los Corrales toma nuevamente su nombre de Trefilerías Quijano, S.A. y Nueva Montaña Quijano se denominará Global Steel Wire, S.A.
Las fábricas actualmente, además de la producción tradicional, comercializan aceros con especificaciones de cliente destinados a la automoción, estampación en frio y alambres especiales.